Últimamente estoy siendo sorprendentemente productivo. Tenía varias ideas que quería ilustrar, y puesto en faena, he aprendido varias cosas nuevas. Antes de ponerme con la última que tengo en mente, he decidido estudiar un poco la colección de pinceles que tengo con tal de conocerlos mejor y saber cómo obtener las texturas que busco.
Lo que empezó como trazos sin sentido con los distintos pinceles en un documento en blanco se acabó transformando sin saber cómo ni por qué en Tetsuo, el antagonista de Akira.
A continuación probé una serie de pinceles de efectos ambientales. Construyendo la escena a medida que iba poniendo textura sobre textura, usando cada uno de los pinceles disponibles.
El último set eran pinceles de texturas extrañas o muy específicas. Lo que empezó con un trazo gris acabó convirtiéndose en este raro dragón peludo.
Son tres bocetos muy rápidos y totalmente improvisados. A veces da gusto ponerte a hacer cosas sin ton ni son, sin ninguna idea y sin preocuparte en absoluto por el resultado final.
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