Sobre Elberg
Pero no pasaba nada. Ya sabía
como se escribía una novela hasta el final. Ahora iba a hacer una que pudiera
publicarse. Aunque me costó mucho ponerme a ello: había vivido tan intensamente
“Las aventuras de Ferire” que sentía
que no sería capaz de crear unos personajes que fueran tan interesantes o que
me importaran tanto como los de esa novela. Afortunadamente, me equivocaba.
Retomé una antigua idea que había surgido antes de escribir “Las aventuras de Ferire”, una que se
basaba en la vida de unos jóvenes en un pintoresco pueblo medieval y en cómo
ésta evolucionaba hacia grandes aventuras. El origen de la idea, creo, venía de
ese sentimiento que tenía cuando era pequeño, cuando, instantáneamente, era
capaz de trasladarme del mundo real al imaginario, cuando la cotidianidad se
transformaba maravillosamente en una aventura.
Ya existían algunos escritos de
Elberg: concretamente, unos pocos capítulos repartidos en unas 20 páginas, que
narraban casi exactamente lo mismo que los primeros capítulos de la novela
actual. Al releerlo, me pareció que resultaba muy entretenido y rápido;
condensaba mucho en pocas páginas. Sentí que tenía algo que no había sabido
plasmar en “Las aventuras de Ferire”.
Reescribir el principio de la novela me costó mucho, pero el resto es historia.
La terminé el 27 de Abril de 2009,
a los 19 años.
Este es uno de los mapas que dibujé antes de ponerme a escribir la novela. Hice tres o cuatro de estos, cada uno con un zoom distinto de la región, desde el país entero hasta esta planta del poblado. Cuando se quiere describir una población con detalle es imprescindible tener claro de antemano la forma en que está compuesta: a qué distancia se encuentra de otras localidades, cómo se distribuye urbanísticamente, en qué se basa su economía, dónde se encuentran las infraestructuras de producción, el número de habitantes, donde residen los personajes principales y secundarios...
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