La idea de crear un blog me venía
rondando por la cabeza desde hacía tiempo. Sin embargo, fue mi agencia
literaria, página tres (http://agenciapaginatres.blogspot.com.es/), quienes me impulsaron definitivamente a ello. Me
sugirieron que escribiera varios posts
presentando a los personajes principales de la novela. Al fin me pongo a ello.
He decidido empezar presentando a
Ferire Manteia, y ésta va a ser con diferencia la entrada más larga. No es el
personaje principal y, de hecho, es uno de los puntos de misterio esenciales de
la novela. ¿Cómo, pues, presentar y escribir tanto sobre un personaje que debe
permanecer misterioso? Pues contando su historia. No la historia de la novela,
sino su historia como personaje en sí. A continuación presento la página que le
dio vida por primera vez.
Ferire Manteia nació el día uno
de enero de 2003. En la parte superior derecha hay una anotación: “Fecha:
01-01-2003 ¡con el nacimiento de un nuevo año, nace un nuevo personaje!”. Yo
tenía catorce años y estaba dibujando sentado en mi cama, usando como apoyo un
libro. Ferire nació a medida que el lápiz definía sus rasgos, pero también me
preocupé de buscarle un nombre con significado, pues por aquel entonces yo
estaba muy interesado en las etimologías y las raíces griegas y latinas de
nuestro vocabulario (no en vano me compré un diccionario de latín, aunque nunca
he tenido tal asignatura). También me había picado la curiosidad por la
aritmomancia, una forma de “adivinación” basada en nombres y números derivados
de las letras del alfabeto. En el margen izquierdo se ven anotaciones sobre las
implicaciones que el nombre comportaba, aunque no me basé en ellas para definir
el carácter del personaje: más bien, me sentí complacido al ver que se
aproximaban bastante a la idea que yo tenía acerca de cómo iba a ser. Tras la
hoja había un resumen general de la historia de la que Ferire iba a ser
protagonista. Estaba ambientada en el territorio franco del año 771 d.C, tras
la muerte del rey Peino el Breve. Sus dos hijos Carlomagno y Carlomán habían
guerreado por el territorio del reino, siendo Carlomagno el vencedor. Ferire
sería uno de los partidarios de Carlomán que se ve expulsado de sus tierras y
se convierte en montaraz, defendiendo un pueblo clandestino ubicado en el
interior de los bosques.
Tal historia no pasó del estado
de proyecto. Ferire siguió evolucionando gráficamente, pero era un personaje
sin contexto. Al final llegué a utilizarlo como avatar o alter ego en
diferentes medios (proyectos, partidas de rol o conversaciones en un curioso
chat llamado Camelot, de temática friki y fantástica). No fue hasta 2007 que se
convirtió en protagonista de una historia, titulada con muy poca originalidad
“Las aventuras de Ferire” (sí, se me da horriblemente mal poner títulos). Lo
que empezó como una historia corta de 22 páginas, se convirtió en un capítulo
de una novela bastante larga. Mi primera novela hecha y derecha, y la que luego
me impulsó a escribir Elberg. Esta historia estaba ambientada en el universo de
Warhammer, en un contexto temporal futuro y que me proporcionaba libertad al
mismo tiempo que me aportaba toda la riqueza de su trasfondo (me inspiraban
mucho las novelas de Gotrek y Félix). Ferire tenía veintitrés años y era un
renegado bretonianao que escoltaba a un erudito repipi llamado Adelbertch.
Muchos de los personajes principales
de aquella novela hacen una aparición en Elberg, en un guiño a mí mismo y no
queriendo desaprovechar unas creaciones con las que me sentía ya cómodo. Ferire
Manteia, no obstante, ya no es un jovenzuelo en Elberg. Rebasa los cuarenta
años y tiene mucho a sus espaldas. Sigue siendo un espadachín vagabundo, un
viajero curtido sin patria y con un sentido del honor un tanto particular. Es
un hombre de pocas palabras, austero y hosco, pero con mucho que ofrecer… Si
queréis descubrir más acerca de él, ¡sumergíos en las páginas de Elberg!
Ferire Manteia tal como aparece en Elberg.
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