Mis agentes llevaban tiempo insinuando que pronto habría
buenas noticias. Se suponía que por septiembre ya se sabría algo, pero parece
que Elberg sigue acumulando polvo en los cajones de los editores. De repente,
los augurios de mis agentes han cambiado radicalmente: parece ser que si
consigo que mi novela vea la luz allá por 2014 ya podré darme con un canto en
los dientes. Que este mundo es así y que si no me gusta ser paciente, que
abandone. No pretendo darle ese gusto a nadie, así que opto por revestirme de
nuevo con una mortaja de paciencia funesta y luctuosa.
Como no tiene sentido hacer propaganda de un libro que
probablemente no vea la luz en muchos meses, voy a poner el blog en stand by hasta el día en que sepa, esta
vez a ciencia cierta, que Elberg va a ver la luz de las estanterías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario